Conocido como el reino del dragón del trueno por a la creencia ancestral de que existen dragones que habitan una red de cavernosas galerías de la cordillera del Himalaya. Según está leyenda, el sonido de los truenos en realidad serían los impetuosos y desesperados rugidos de estas criaturas mitológicas.
Bután es el país con mayor índice de felicidad del mundo. Los butaneses se refieren a su propio país como Druk-Yul con más frecuencia que Bután y el nombre oficial con el que se conoce es pequeño reino abrazado a las montañas más altas del mundo.
Estamos ante una de esas zonas subdesarrolladas que, pese a no ser una zona en conflicto, apenas es visitada. Como dato curioso, Bután construyó su primer hotel en el año 1975 con el fin de hospedar a los invitados a la coronación del actual rey y el primer coche llegó al país en el año 1999. Estamos ante un país poco explotado a nivel turístico, que mantiene sus costumbres, siempre protegido entre alguna de las montañas más altas del planeta.
Una curiosidad que debes conocer es que este país no se puede visitar por libre, hay que ir con guía y el gobierno se lleva una parte de cada tour. Por esta razón muchos viajeros deciden convinar su visita con paises como Nepal o India, ya que son los únicos puntos de acceso.
Costes de viajar a Bután
Cómo ya hemos comentado antes, no es posible viajar a Bután por libre salvo que seas ciudadano de la India, Bangladesh o Maldivas. Además la entrada terrestre no está permitida, solo puedes hacerlo por el aeropuerto de Paro.
Por lo tanto, todo turista debe pagar la tasa diaria mínima. Esta tasa varía en función de la fecha en la que viajes. En temporada baja (enero, febrero, junio, julio, agosto y diciembre) es de 200US$ y en temporada alta (marzo, abril, mayo, septiembre, octubre y noviembre) de 250US$. El precio es por persona e incluye:
- Alojamiento (hoteles 2 y 3 estrellas).
- Desayuno, comida y cena.
- Gúia oficial, chófer y choche.
- Té, café y agua durante todo el viaje.
Aeropuerto de Paro
Las montañas que rodean la ciudad de Paro, de casi 5.500metros de altura, hacen que la maniobra de aterrizaje en el aeropuerto internacional de Paro no la pueda realizar cualquier piloto, según Travel & Leisure, sólo ocho pilotos en el mundo están certificados para aterrizar en el aeropuerto. El avión tiene que realizar una serie de giros considerados de los más complicados y peligrosos del mundo. Éste es el único aeropuerto internacional de los 4 aeropuertos que tiene Buján, situado a 6 km de la ciudad de Paro y a 48 km de la capital del país, Timbu. ¿Te animas a vivir esta aventura?
Paisajes vírgenes
Las montañas más altas de la Tierra sirven de frontera natural a este pequeño país haciendo que allí donde mires veas un pico nevado en el horizonte. Ríos de deshielo, puentes de madera, banderas de oración…ni un solo cartel de coca-cola, McDonald o marcas de coches.
Además, por motivos religiosos y salvo excepciones, los butaneses no cazan ni pescan. Por esta razón Bután se ha convertido en el reino de la biodiversidad: con junglas llenas de elefantes y rinocerontes o los escasos leopardos de las nieves que habitan las zonas más altas.
Sus templos
Dentro del paisaje de Bután, como si de un elemento de la naturaleza más se tratara, suelen encontrarse templos o dzong (una mezcla entre fortaleza y templo budista).
El dzong tiene un arie de castillo medieval europeo de las órdenes religiosas. Habitados por monjes budistas con sus túnicas rojas caminando entre los edificios protegidos por las murallas, construidas para defenderse de las invasiones de China. Estos edificios te lleván a un viaje en el tiempo, como la mayoría del viaje.
Y ahora, vamos a hacer una excursión por todo lo que podemos descubrir en un viaje por este apasionante y desconocido país, ¿nos acompañas?
Taktshang Goemba
El famoso Monasterio del Nido del Tigre, es uno de los templos más venerados del país y uno de los más bonitos de Asia. Se encuentra ubicado sobre una cornisa de la montaña, a 1.000 metros de altura, en el valle sagrado de Paro. Según la leyenda, Guru Rinpoché(el Segundo Buda) voló hasta él a lomos de una tigresa para someter a un demonio local y se quedó meditando durante tres meses.
La empinada caminata hasta llegar a él merece la pena por sus extraordinarias vistas, el valle del Paro y las flores rojas de los rhododendron. La única manera de llegar es a pie o a caballo. El camino sube hasta los 2.600 metros de altitud en sus 3 kilómetros de extensión. ¿Te animas a emprender el camino? Te aseguramos merecerá la pena.
Mercado de fin de semana de Thimphu
En la capital del país, Thimphu. Este concurrido mercado, es el más grande del país. Se celebra los fines de semana. Cuenta con puestos de comida que retan el sentido del olfato: pescado seco, queso fresco, nueces de betel, guindillas secas, arroz rojo…Cruzando el caudaloso Wang Chu por un maravilloso puente voladizo se llega a este auténtico mercado lleno de puestos de artesanía, telas, antigüedades y objetos realmente curiosos.
El ´dzong´de Trongsa y la torre del Museo Trongsa
Los dos primeros reyes del país establecieron su corte aquí debido a su situación estratégica. Se extiende sobre una cresta por encima de una oscura gargata. Su interior es un laberinto, con pasadizos y patios secretos. Sobre el dzong se encuentra una atalaya que alberga el Museo de la Torre de Trongsa, dedicado a la historia del dzong y la dinastía real Wangchuch, es una experiencia que merece mucho la pena.
La sala de la Monarquía muestra una gran variedad de vestimentas reales de los diferentes gobernantes y sus artefactos. La sala dedicada a las danzas sagradas, explica en inglés, los que es el Tsechu. Hay otra sala dedicada al arte budista y a los cuerpos y palabras de Buda. Desde la cima de la torre, las vistas del valle son impresionantes.
Valle de Haa
Este valle alberga un territorio prácticamente virgen. Descubrir los doce templos que esconden sus laderas, enclavados en rocas, antiguos templos y pueblos encantadores. Los alojamientos en estas zonas suelen ser granjas y casas de particulares, lo que le da un ambiente más autentico. Las sierran que rodean el valle ofreden una gran oferta de senderismo, en los Cerros Cheli La o Saga La. Además tendrás ante tí la montaña más alta de Bután y del mundo: el Monte Chomolhari.
Valle de Phobjikha
Estamos ante un valle glacial con forma de cuenco. Es una de las reservas más importantes del país por su gran cantidad de grullas cuellinegras que pasan allí el invierno. Además hay muntiacos, jabalíes, samberes, seraus, osos tibetanos, leopardos y zorros rojos. El río Nakey Chhu recoge las aguas del valle y desemboca en los tramos más bajos de Punak Tsang Chhu. Toda la región recibe el nombre de Gangtey por el goemba erigido en un risco sobre el valle. Bután cuenta con el mayor porcentaje de zonas protegidas del mundo, con un 65% de territorio de bosque y montañas, que engloban distintos hábitats de gran riqueza y una enorme diversidad de flora y fauna.
Valle de Thimphy
Este valle está plagado de atractivos culturales: el dzong Trashi Chhoe, que celebra su tsechu en otoño. La capital de Bután cuenta con varios puntos de interés fuera de su área. Hay muchas caminatas cerca de la capital, que pasan por diferentes monasterios con unas vistas al valle maravillosas. Al oste del centro thimphu, la Reserva de Takines de Motithang nos permite ver el símbolo nacional de Bután, el takín.
Bumthang
Los valles de este núcleo cultural de Bután son idóneos para emprender rutas senderistas de un día. Sus antiguos goembas, dzongs y tempos ocupan un destacado lugar en el desarrollo del país y en la construcción de rasgos singulares del budismo nacional. Aquí podrás ver la huella de Guru Rinpoché, alzar la cota de malla de 25 kg de Pema Lingpa y contemplar las aguas de Membartsho, donde Pema Lingpa descubrió tesoros ocultos.
Ruta de Jhomolhari
Las rutas senderistas de Bután exigen una buena forma física, pero el esfuerzo bien merece la pena. Suelen recorrer montañas altas y alcanzar regiones remotas del Himalaya. La del Jhomolhari es todo un peregrinaje para senderistas. Llega cerca del Jhomolhari y del Jitchu Drake, dos de las cimas más bonitas del país. Además tras cruzar un elevado paso, te recomendamos visitar la remota aldea de Lingzhi, antes de coronar otro puerto y seguir manino de Thimphu. En estas rutas, seguramente tengas la oportunidad de ver Yaks.
´Dzong´de Rinpung y Museo Nacional
Este dzong de Paro es un gran ejemplo de arquitectura defensiva que tiende su mirada de defensa sobre el valle y la ciudad. El vistoso tsechu de Paro, celebrado en Bután en primavera, culmina con el despliegue de un thondrul (una gran imagen religiosa) que representa a Guru Rinpoche. Sobre el dzong se alza una antigua atalaya, sede del Museo Nacional, con una variada colección divulgativa.
Ruta del sendero de Druk
Esta es la ruta más popular de Bután. Si te decides a hacerla encontrarás: monasterios, un paisaje alpino de ensueño y una distancia idónea para disfrutar del paisaje que se esconde entre Paro y Thimphu, los dos destinos por excelencia del país.
En las rutas encontrarás guías expertos y pones que se encargarán de llevar el equipaje. En este sendero podrás contemplar los lugareños con su ropa tradicional cuidando de sus cosechas y animales de la zona. ¿Te animas a disfrutar de esta atractiva excursión?
Tras este recorrido por este país tan mágico, ¿a qué esperas para reservar tu viaje?
¡Hasta la próxima viajer@s!