¿Se acerca un puente que te permitirá algunos días libres y buscas plan? Lisboa es el destino perfecto para desconectar unos días y centrar el tiempo en disfrutar al 100%. Por ello, te traemos esta guía con todo lo importante que ver en Lisboa en 3 días.
Antes de empezar, permíteme darte un consejo para moverte por la ciudad. Al no ser una ciudad tan grande como otras capitales europeas, es sencillo recorrerla a pie. Pero si deseas usar el transporte público (en Lisboa hay tranvía), existe un ticket de 24 horas. Este ticket permite usar todos los transportes públicos de la ciudad (metro, bus y tranvía).
Y ahora que ya sabes seguro cómo vas a desplazarte, vamos con nuestro itinerario para saber qué hacer en Lisboa durante nuestra visita.
Qué ver en Lisboa el primer día
Para empezar, nos dirigiremos el primer día al barrio más pintoresco que visitar en Lisboa: La Alfama. Allí comenzaremos admirando unas vistas geniales desde el Mirador de Santa Luzia. Para subir la pendiente viene muy bien el Tranvía 28, que atraviesa este barrio.
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Mirador de Santa Luzía: para apreciar los paisajes que ver en Lisboa
Un rincón con vistas al mar muy coqueto que siempre gusta admirar. Cubierto de azulejos y plantas que ayudan en un día caluroso, este mirador es de los más famosos que ver en Lisboa. Normalmente, hay artistas callejeros que amenizan el rato con su música.
Allí podemos visitar también la iglesia de Santa Luzía, declarada Monumento Nacional. En su fachada hay azulejos que reflejan aspectos de la ciudad antes del seísmo de 1755 que la destruyó. Además, imágenes de la reconquista del Castillo de San Jorge, que más tarde visitaremos.

Vistas desde el Mirador de Santa Luzia
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Catedral de Lisboa (La Sé)
Nuestra siguiente parada esta muy cerca del mirador. La catedral de Lisboa posee una fachada de estilo románico. Se trata de la iglesia más antigua de la ciudad (siglo XII) y posee un carácter austero tanto en su exterior como en su interior. A pesar de esto, posee bellas vidrieras o algunos elementos decorativos incorporados posteriormente. Estos piezas añaden un estilo gótico a la catedral.
Uno de los atractivos que visitar en su interior es el claustro del siglo XIV que muestra la huella de su pasado romano, árabe y medieval. También es posible visitar el Tesoro de la Catedral, cuatro salas que exponen piezas religiosas como trajes, joyas y reliquias de varias épocas.

Catedral de la Sé
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Iglesia de San Antonio
Una distancia muy corta separa la catedral de nuestra siguiente parada que hacer en Lisboa: la iglesia de San Antonio. Y es que este templo erigido en honor al Santo Patrón de la ciudad se encuentra a muy pocos metros de la catedral.
De la construcción original de la iglesia apenas queda hoy en día la cripta de la sacristía. Esto es debido a que el edificio fue destruido a causa del famoso terremoto que arrasó Lisboa en el año 1755. Cuenta la leyenda que donde hoy se encuentra la cripta, se edificaba a finales del siglo XII la casa donde nació el propio San Antonio, siendo esta la razón de la ubicación de la iglesia. Sin embargo, no hay documentación que pruebe este hecho.
El templo es de una sola nave con bóveda de crucería. Llaman la atención las pinturas del artista Pedro Alexandrino, así como la decoración en forma de azulejos de cerámica del siglo XVII.
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Castillo de San Jorge: restos de otra época que ver en Lisboa
Callejeando un poco por las calles empedradas del barrio de Alfama llegamos a uno de los monumentos más importantes que visitar en Lisboa: el Castillo de San Jorge.
Las partes más antiguas de esta fortaleza se remontan a la época romana. Como te puedes imaginar, más tarde fue reformada y ampliada hasta convertirse en un palacio árabe. Cuando la ciudad fue tomada por el rey Alfonso Henrique I en 1147, el castillo se convirtió en una Residencia Real. Además fue la Corte Real, la Sede del Obispado y los Archivos Reales. En agradecimiento por la ayuda de los cruzados que lucharon en esta batalla, el castillo adquirió el nombre del Santo Patrón de Inglaterra, San Jorge.
Años después, el castillo tuvo que sufrir diversas renovaciones por las secuelas del terremoto. Aunque por suerte, la zona fortificada y las torres originales sobrevivieron al devastador seísmo. A día de hoy se pueden visitar los restos del palacio real y la ciudadela.

Castillo de San Jorge
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Iglesia de San Vicente de Fora
Al salir del Castillo, seguiremos avanzando por la Alfama. Como casi seguro has comprobado a estas alturas, este barrio acumula todo tipo de edificios con mucha historia que contar. Nuestro destino está a tan solo 10 minutos caminando. La iglesia de San Vicente posee una elegante fachada renacentista, visible desde muchos puntos de la ciudad. Sobrevivió bastante mejor que otros edificios de la zona al terremoto de 1755, aunque sufrió algunos desperfectos que hubo que solventar para que se mantuviera su aspecto original.

Iglesia de San Vicente
Cuando nos encontramos frente a su fachada, destacan las esculturas sobre el pórtico que representan a San Agustín, San Sebastián y San Vicente. Además sus imponentes torres (a las que es posible subir) otorgan al templo de un aire monumental. En el interior, destacan el baldaquín barroco sobre el altar mayor, el panteón de la dinastía de los Bragança y el claustro del antiguo monasterio adornado con azulejos de la historia de Portugal.
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Panteón Nacional
De nuevo un corto trayecto hasta nuestra siguiente parada (apenas 400 metros), que es ni más ni menos que el Panteón Nacional. Este edificio coronado con una gran cúpula blanca fue anteriormente la iglesia de Santa Engracia. Más tarde, fue reconvertida en el siglo XX para dar sepultura a personalidades ilustres de Portugal. También contiene cenotafios de personas importantes en la historia del país, pero anteriores al mencionado siglo, como Vasco de Gama o Luis de Camôes.
Uno de los mayores atractivos de la visita es la posibilidad de subir a la cúpula y disfrutar de la vista de 360 grados de la ciudad.
Junto al Panteón, se organiza dos veces por semana un gran mercadillo de productos de todo tipo, desde antigüedades hasta ropa y complementos. Se trata de la conocida como Feira da Ladra y se organiza los martes y sábados.

Panteón Nacional
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Casa dos Bicos
Para llegar a este nuevo destino recomendamos un agradable paseo de algo más de un kilómetro junto al río Tajo. La Casa dos Bicos está muy cerca del río, junto a la Plaza del Comercio. Al llegar la reconoceremos por su icónica fachada con piedras en forma de picos.
Esta casa era un palacete que pertenecía al virrey de la India. Hoy en día, se ha convertido en la sede de la Fundación José Saramago y se organizan exposiciones temporales y eventos culturales varios. Como curiosidad, destacamos que las cenizas del escritor, están enterradas bajo un olivo junto a este edificio.
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Plaza del Comercio
Es considerada por muchos como una de las plazas más importantes de Lisboa. Es muy posible que estés de acuerdo cuando la pises. La imponente Plaza del Comercio de Lisboa es uno de los puntos neurálgicos de la ciudad y compone el alma y el corazón, además de una visita imprescindible que hacer en Lisboa.
Históricamente, esta plaza ha sido la puerta de entrada a la ciudad, pues la puerta sur da al Tajo, donde llegaban los barcos mercantes. En el interior de la plaza hay dos puntos de especial interés. Uno de ellos es el Arco triunfal de Rua Augusta, que da comienzo a la calle Rua Augusta y fue construido para conmemorar la reconstrucción de la ciudad tras el terremoto. El otro, la Estatua ecuestre de José I, que era el rey portugués durante el seísmo. En la parte superior del Arco de Rua Augusta hay un mirador que ofrece una hermosa visión panorámica. Veréis la Plaza a un lado y la comercial Rua Augusta, con sus transeúntes, tiendas y terrazas al otro.

Arco triunfal de Rua Augusta en la Plaza del Comercio
Con esta visita al mirador daremos por finalizado el primer día de nuestra guía Qué ver en Lisboa en 3 días. Como fin de este día, dado que estamos al inicio de la Rua Augusta, podéis relajaros mientras paseáis por la mencionada calle o sentados en alguna de sus terrazas. Dependiendo de la época del año, ya que la hora de la puesta del sol es diferente, recomendamos subir al mirador Portas do Sol para presenciar este acontecimiento diario. Se puede subir fácilmente en el tranvía 28 desde la Rua da Conceiçao, muy cerquita de la Plaza del Comercio.

Vistas de la Plaza del Comercio desde el Arco Triunfal
Qué ver en Lisboa el segundo día
Este segundo día, nuestra ruta cubre el barrio de Belem, con la famosa torre incluida. También el Barrio Alto, con numerosos monumentos que visitar en Lisboa.
Para llegar al famoso barrio de Belem las mejores opciones son el tranvía nº15 o el autobús 728. Una vez allí, nuestra primera visita será el Monasterio de los Jerónimos, para después pasar al emblema que ver en Lisboa por excelencia.
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Monasterio de los Jerónimos: de lo más imponente que ver en Lisboa
Este impresionante edificio de más de 300 metros de fachada fue construido en el siglo XVI por orden del monarca Manuel I. Al principio, sirvió para alojar a los monjes de la Orden de San Jerónimo, de ahí su nombre. Pero en el siglo XIX las órdenes religiosas fueron desmanteladas y el edificio pasó a ser patrimonio del Estado.
En su visita destacan la Portada del Mediodía, donde vemos la figura de Nuestra Señora de Belem, el Mausoleo y el Claustro. Este último está decorado con muchos elementos marítimos y alberga las tumbas de Vasco de Gama y del poeta Luís de Camões.

Monasterio de los Jerónimos
En el interior del Monasterio también se encuentran las tumbas de varios reyes de Portugal, entre ellos la del propio Manuel I. Además una de sus alas alberga el Museo Nacional de Arqueología.
Se puede apreciar una magnífica vista del Monasterio desde el Monumento a los Descubrimientos, situado justo enfrente y desde el que podréis conseguir unas magníficas fotos para el recuerdo.

Monumento a los Descubrimientos
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Torre de Belem: El imprescindible que ver en Lisboa
Una vez terminada la visita al Monasterio de los Jerónimos, podemos llegar caminando hasta la icónica Torre de Belem.
Fue construida en el siglo XVI, también durante el mandato de Manuel I. Históricamente era una fortaleza para defender la entrada al puerto a través del río Tajo. Más adelante se utilizó como centro recaudador de impuestos y prisión.
En su decoración exterior apreciamos galerías, torretas de vigilancia y almenas en forma de escudo. El interior de la Torre se reparte en cinco pisos: la Sala del Gobernador, la Sala de los Reyes, la Sala de Audiencias, una capilla y, finalmente, la terraza. Poseen una decoración austera y destacan las esculturas de San Vicente.

Torre de Belem
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Pastelería Pastéis de Belem
Tras salir de la Torre de Belem, la próxima parada de nuestra guía Qué ver en Lisboa en 3 días será más breve, pero igualmente es un imprescindible que visitar en Lisboa. No es otra que la antigua pastelería donde nació el dulce más típico de Portugal, que además da nombre al establecimiento.
Los Pastéis de Belem son unos ricos pasteles que combinan hojaldre y crema y cuya receta se resisten a revelar desde el este lugar. Aunque podemos encontrar versiones igual de dignas en casi cualquier pastelería de Lisboa, nuestra recomendación es probar las originales.

Pasteles de Belem
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Plaza Luís de Camões
Dejamos ya el Barrio de Belem y nos encaminamos hasta el Barrio Alto de Lisboa. Si no lo has probado nunca, utiliza unos de los elevadores para subir. El Elevador de Santa Justa es el más conocido pero también están el de Bica o el de Gloria. Resulta ser una experiencia curiosa.
Allí nuestra ruta continúa hasta la Plaza Luís de Camões. En esta concurrida plaza encontramos una estatua del poeta que da nombre al lugar. Las imágenes de sirenas y naves creadas en adoquines alrededor del pedestal evocan el poema épico de Camões.
Este lugar es también el punto de conexión entre el Barrio Alto y el Baixo. También el pasillo directo a la zona de miradores. Destacan el de Santa Catalina y el de San Pedro de Alcántara.
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Miradores de Santa Catalina y San Pedro de Alcántara
El Mirador de Santa Catalina ofrece unas preciosas vistas al estuario del Tajo, a los barrios de San Paulo y Lapa, al Cristo Rey y al Puente 25 de Abril. Es un lugar habitualmente concurrido donde es fácil encontrar músicos callejeros. En verano suele ser escenario de conciertos nocturnos.
El Mirador de San Pedro de Alcántara ofrece unas estupendas vistas del Castillo de San Jorge, la Catedral de Sé y el centro histórico de Lisboa. Los hermosos jardines y esculturas que lo rodean hacen que sea uno de los miradores más visitados.
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Convento del Carmen
Lo primero que llama la atención de este edificio religioso es la ausencia de tejado. Esto es una de las consecuencias que todavía perduran del terremoto de 1755. Construido originalmente en el siglo XV, el esqueleto de esta iglesia constituye una de las escasas muestras arquitectónicas del Medievo portugués.
Hoy en día, las ruinas del antiguo convento acogen el Museo Arquelógico do Carmo. Aquí se expone una breve pero valiosa colección que recorre la historia de Lisboa desde la Prehistoria hasta la Edad Media.

Convento del Carmen
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Plaza Rossio
Muy cerca de aquí encontramos la Plaza Rossio (ya en la zona de la Baixa). Centro neurálgico de la ciudad desde el siglo XII. Aquí se han celebrado a lo largo de la historia juicios, fiestas populares, desfiles, encuentros políticos y religiosos, ejecuciones…
En sus alrededores podemos encontrar emblemáticos edificios como el Teatro Nacional Doña María II, con fachada neoclásica, la estación de Rossio, de estilo neomanuelino (de esta estación parten los trenes a Sintra) y la estatua de Pedro IV.
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Iglesia de Santo Domingo
Localizada en uno de los laterales de la Plaza Rossio. Seguro que te sorprende ver su ennegrecido aspecto una vez accedáis al interior. La iglesia fue presa de un incendio durante el verano de 1959. A día de hoy aún podemos encontrar imágenes medio fundidas y las paredes calcinadas que crean un clima lúgubre.
A lo largo de su historia, este edificio ha sufrido mucho. Se fundó en el siglo XIII pero fue reformada por el rey Manuel I en el siglo XVI. Tras el terremoto de 1755 fue prácticamente destruida y tuvo que ser reconstruida hasta el mencionado incendio de 1959. No obstante, fue durante siglos la iglesia más grande de Lisboa y acogió todas las ceremonias religiosas importantes. Es sin duda una imprescindible que visitar en Lisboa.
Con esta visita tan peculiar damos por finalizado el día de nuestra guía Qué ver en Lisboa en 3 días. Cerca de esta zona hay multitud de lugares para relajarse que además son muy agradables a la vista. Por ejemplo el Café a Brasileira, cerca de la Plaza Luís de Camões.
Qué ver en Lisboa el tercer día
Una de las visitas más bellas que se pueden hacer cuando se viaja a Lisboa es a la pequeña población cercana de Sintra. Ésta es nuestra recomendación que visitar en Lisboa para este día.
Se puede llegar, como hemos comentado antes, en un tren que parte de la Estación de Rossio. El problema es que para moverse entre los monumentos porque la mayoría dispersos por el Parque Nacional, el desplazamiento se hace más difícil si no se dispone de vehículo (aunque existe transporte público para llegar a ellos).
Es muy recomendable empezar la visita a Sintra temprano por la mañana. Esto se debe a que las entradas pueden agotarse y los aparcamientos completarse, especialmente en temporada alta.
Los lugares que recomendamos para visitar en este tercer día son los siguientes:
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Palacio da Pena
Sin duda la estrella del lugar y al que recomendamos acudir primero. Este palacio, con sus fachadas de vivos colores, parece sacado de un cuento. Por ello, es el monumento más visitado de Portugal.

Palacio da Pena
Su arquitectura mezcla varios estilos. Desde los azulejos típicos del país cubriendo sus paredes hasta elementos del Romanticismo como las referencias mitológicas y religiosas. Su interior también es destacable, aunque impresiona más el exterior. Tiene un patio de estilo árabe con varias habitaciones distribuidas alrededor, así como una visita a las cocinas de Palacio.
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Castelo dos Mouros
Este castillo es accesible desde el Palacio da Pena a través de la Rampa da Pena, un sendero entre ambos monumentos a través de la sierra.
Erigido por los musulmanes en el siglo IX y conquistado por los cristianos en el XII. Se trata de una antigua estructura defensiva. Apenas quedan las murallas en hoy, pero recorrerlas nos permitirá disfrutar de una bella imagen de Sintra y el Atlántico.
Dentro del castillo podemos encontrar también una antigua capilla consagrada a San Pedro. Junto a ella podemos ver una gran cisterna que data de época islámica; era la que abastecía al Palacio Nacional de Sintra.

Castelo dos Mouros
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Palacio Nacional de Sintra
Este palacio blanco con sus dos chimeneas cónicas era utilizado como residencia real hasta la llegada de la República a Portugal. Se distinguen varias zonas en su interior: la Sala dos Cisnes, donde se celebraban fiestas y banquetes; la Sala dos Brasões, cubiertas de azulejos azules y blancos; una capilla llamada Capela Palatina, con mosaicos policromados de influencia árabe; la Sala das Pegas, con las damas de compañía del rey Joao I; y la cocina palaciega, de donde parten las grandes chimeneas.

Palacio Nacional de Sintra
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Quinta da Regaleira
Otra de las joyas arquitectónicas de Sintra y que merece nuestra visita desde Lisboa. Se trata de un palacio más moderno encargado por un millonario portugués, Antonio Carvalho Monteiro.
Las interesantes estancias interiores del palacio son la biblioteca, las habitaciones de Carvalho o la torre ortogonal. Todo el lugar está lleno de referencias a la masonería y a los templarios.
También dignos de admirar son los jardines de la Quinta. Aquí encontramos túneles secretos y bellas fuentes, entre las que destaca la Fuente de la abundancia. En el jardín se encuentra el Pozo iniciático al que se puede bajar por su escalera espiral.

Quinta da Regaleira
Estos serían los más recomendados para ver en un día. Eso sí, si decidís visitar los interiores de los palacios no podréis cubrir los cuatro mencionados en el mismo día. Si queréis priorizar por alguno, los más populares que visitar en Sintra son El Palacio da Pena y la Quinta da Regaleira y por ello, también son nuestras recomendaciones. Si disponéis de más días para ver Sintra, podéis incluir también el Convento dos Capuchos y el Palacio de Montserrate. Para este caso, os recomendamos nuestra guía Viajar a Sintra: ¿Qué ver en la ciudad de los azulejos? que os ayudará a planificar vuestra visita.
Y hasta aquí llega nuestra guía Qué ver en Lisboa en 3 días. Esperamos que sea de vuestro agrado y que el viaje por la capital portuguesa os fascine también.
¡Buen viaje!